Encontrar en un mismo podcast una voz autoral, un estilo bien definido, una elaboración sonora de alto nivel, una atmósfera en la que las historias encajan a pesar de ser diferentes, es algo que no ocurre muy seguido en el podcast en nuestro idioma. En De eso no se habla pasa todo eso y varias cosas más. Uno de los podcasts más interesantes que se han producido en 2020, o en años anteriores (debo decir), deja abiertos varios caminos y formas de producir de cara al futuro, respecto a géneros y formas de contar que no se venían produciendo en español (en inglés algunos de esos campos se han trabajado en gran forma), lo que agrega otra capa de importancia a este proyecto. Con autoría y narración de Isabel Cadenas Cañón, que también hace el montaje y diseño sonoro, el equipo se completa con Laura Casielles en comunicación y edición de guión, Vanessa Rousselot en edición de guión y Paula Morais en asistencia de producción. Para conversar en profundidad sobre la primera temporada de seis
Sonar tan bien como este podcast debe ser complicado ya que pocos lo logran. Es la compresión, son las voces bien al frente, son los efectos aplicados a esa voces, es la música y un par de cosas más. Es como llevar la lógica de la radio FM a un podcast pero en forma bien entendida: no es el tono o el estilo, la conducción canchera (muy escuchada en otros podcasts), es más bien algo relativo al peso, a la fuerza del sonido estéreo, también a la edición de sonido. Es como la diferencia entre escuchar un cassette y un CD, o digamos en términos algo más actuales : un MP3 en 96 o en 320 kbps. Porro suena recontra bien por la presencia técnica de Mauro Eyo quien conduce la nave junto a Mike Urrere: tiene ritmos, tiene planos, tiene mucha postproducción, marcando un camino de lo que se puede hacer en un podcast de entrevistas sumando un plus que no se puede lograr en cualquier formato sonoro: hay que editar, ser creativos, jugar con los límites. No es fácil pero Porro muestra que tampoco es