Es una época muy interesante del podcast en nuestro idioma. Tenemos géneros y formas de contar bastante establecidas, tenemos algunas que ya necesitan una actualización. También tenemos programas que rompen un poco las lógicas habituales de los géneros, recuperan viejos estilos y los transforman en estas bonitas cosas para escuchar del siglo XXI que conocemos como podcasts.
Misterio en La Moraleja cuenta la historia de una periodista, Eva Lamarca guionista y narradora (a quien podés recordar de XRey), con dirección de Álvaro de Cózar (también hizo XRey, Los Papeles y V. las cloacas del estado). Ella decide ir detrás de una historia mínima: alguien en el barrio rico, el de las mansiones de futbolistas y otros estereotipos, votó al partido de izquierda Podemos en las elecciones municipales.
El contexto político real en este caso no importa. En aquella elección de 2021 Ayuso arrasó y Pablo Iglesias se retiró de la política. Fue a votar más gente que nunca en La Moraleja (nos cuentan en un momento del podcast) pero lo importante, la intriga, es ese único voto a la izquierda en la sección electoral más paqueta del barrio. Conocemos los códigos, las costumbres (debería decir tradiciones) y los personajes de La Moraleja. Eva Lamarca nos va llevando y nos va contando cómo investiga, sus dudas, las revelaciones parciales, las personas sospechosas.
En cinco episodios nos metemos en las entrañas de un lugar raro, distante pero que a la vez se parece a cualquier barrio de ricos de hoy. El capitalismo actúa de formas similares en todo el mundo. Las mansiones, las familias tipo, los valores y pensamientos de las clases altas tienen diferencias en Argentina, Colombia, México, Estados Unidos, Rusia, Francia, Chile o España... pero en muchas cuestiones se parecen bastante y tratan de igualarse/imitarse. Ropas caras, autos importados, mansiones amuralladas y más: de todo eso conocemos la versión española, en las afueras de Madrid, en ese lugar que parece ficticio pero es real y se llama increíblemente La Moraleja.
Es un true crime relajado, sin tiros ni muerte ni robos. Necesitamos más historias así en el podcast. Donde la excusa es en definitiva una pavada (¿MacGuffin?): no importa tanto quién es la persona sino quizás notar que en esos barrios ricos (y esto no lo dice el podcast: las conclusiones –sin spoilear– son diferentes) casi no se vota la izquierda. Tampoco encontramos grandes reflexiones políticas (hay un par de momentos en que las personas entrevistadas quedan en offsides deliciosos, pedaleando incoherencias) y la sensación general tras escucharlo es de desesperanza. La historia entretiente, la trama se pone muy buena en el tercer episodio, en el cuarto aparecen dudas y parece que la investigación naufraga... para llevarnos en el quinto a una idea genial, a una situación insólita (homenaje a Asesinato en el Orient Express) que termina develando los misterios de la trama.
Me hubiera gustado un cierre más firme, una idea más clara a favor del voto (en tiempos tan desafiantes para las democracias) pero es pedirle algo errado a una historia dinámica, para el verano español 2022 y muy bien contada, que tiene otros objetivos: creo que es muy saludable (retomo el inicio) encontrar historias de no-ficción que sean relajadas, que sirvan para contar el mundo sin asesinatos, sin entrevistar delincuentes. Está buenísimo que en algunos casos las historias reales puedan entretenernos y nada más (contar la política un poco en joda vale para contar la sociedad). Las respuestas políticas mejor buscarlas en otra parte.
Escuchar: Spotify
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