En las últimas semanas (meses, años) vengo repensando muchas cosas. Sobre la imagen hay varias cuestiones para analizar pero, sinceramente, no es mi campo y busqué ideas en otras partes. Mi amigo y filósofo Juan Di Loreto, alias El Chara, viene escribiendo hace un par de años una columna, clásico de los sábados a la mañana, en Revista Panamá. Habla de política, de filosofía, de historia, del mundo real (y de tantas otras cosas). Con él hablamos mucho de los tiempos que vivimos, atravesamos, reptamos, sufrimos, disfrutamos. Y me pareció clave traer sus ideas sobre la imagen a Escucha Podcast. Puesta la alfombra roja, arrancamos…
La demanda de la imagen
✍️por Juan Di Loreto*La historia de la expresión humana es una transición constante. Flaubert decía que “tenemos demasiadas cosas y no suficientes formas”. Producir textos, audios, videos siempre es un desafío porque, al final, no importa tanto el qué, sino el cómo.
Poniendo el foco en los ecosistemas de transmisión como los podcast vemos que la transición de estos años nos lleva a ver cómo los formatos sonoros migran a una plataforma como YouTube, que parece concentrarlo todo. No se puede hablar de una razón en particular pero sí de una multicausalidad: acceso casi universal (por la cuenta de Google o por estar preinstalada en los teléfonos), buena transmisión y conectividad, interfaz intuitiva, posibilidad de monetizar el contenido, etc.
Música, podcast, radio encontraron una ubicación específica, lo que llevó a todos los formatos a dialogar con una demanda que trae por defecto YouTube: la imagen. Así sea una pantalla en negro o un estudio en vivo, el espectador dialoga con una imagen en primer lugar. Esto no significa que la imagen, la cámara en vivo, sea absolutamente necesaria. Pero esa demanda está, no se va, porque el audio acompañado de imagen persiste. Es algo de los contenidos de hoy: aunque no cumpla una función tiene que estar. Es decir que su función es estar.
Ahora bien, en este punto hay una flexibilidad en esta demanda que plantean las plataformas de contenido audiovisual. Hay que tener una imagen, pero esta no es la de la televisión o las plataformas on demand que requieren mucho presupuesto. Tiene que estar pero no tiene que ser necesariamente de gran calidad. Ahí vemos estudios de radio cuya cámara se puso donde se podía, con un enfoque único y fijo, forma que invita más a escuchar que a ver.
Hay que decir que una cosa es lo que sucede en los ecosistemas de medios, y cómo se van transformando, y otra es el consumo. En este sentido, el espectador está limitado por el formato pero a su vez tiene su propia soberanía. La escucha y la visión están totalmente descentradas y fragmentadas. Se consumen medios en formatos breves y algoritmizados: los algoritmos tienen recurrencias y patrones, por ejemplo, siempre te aparece ese recorte del programa de radio. La automatización sabe más de nosotros que nosotros mismos.
Pero lo que nace del audio tiene al audio como vector clave. Por más que se traslade o nazca en una plataforma como YouTube, si el producto no tiene calidad de audio y ritmo sonoro quedará a mitad de camino. No quiere decir que no se escuche o no tenga éxito, YouTube es una plataforma donde conviven una multitud de creadores con presupuestos muy diversos y estéticas muy diversas que responden a públicos muy diversos.
Más allá de todo, la demanda de la imagen existe. No importa tanto el formato que encuentre, porque tiene que ver con la época del mundo, todo es imagen, como se dice, pero no por motivos banales o superficiales. La imagen deja ver, muestra, hace visible y esa es una gran virtud. Así como la voz con un fondo de oscuridad (la radio y el podcast) tiene la virtud de acercar, de convertirse en parte de una rutina, de invadir todo con una musicalidad.
¿Y cómo interactúan la imagen y el sonido? De las formas más diversas, como dijimos. Pero lo que hay que entender es que la imagen no es algo de superficie, que está de más. Marie-José Mondzain, filósofa y especialista en análisis de la imagen, dice que esta no es “un signo entre otros, posee un poder específico, el de hacer ver, de poner en escena formas, espacios y cuerpos que ofrece a la mirada”.
Configura, hace posible un régimen de visibilidad, es decir condiciona y posibilita, en este caso, a la palabra y el sonido que la acompañan. Diremos que es una presencia inevitable porque inevitable es en este tiempo que vivimos. Sabemos que la imagen va a estar en relación a cualquier contenido sonoro que hagamos y anide en una plataforma del estilo de YouTube. Pero su función y lugar no es fijo, no es algo impreso que ya no podemos cambiar. En tiempos de fluidez los formatos nacen en la plasticidad y la interconexión inevitable; es decir, todo se mezcla como lo muestra el tuit de más arriba. ¿Qué es? ¿Televisión, radio, streaming? Es todo. ¿Cuál es la demanda de la imagen entonces? ¿Qué lugar va a tener en esa obra o en ese producto? La multiplicidad no tiene lugares estancos. Todo se trata de recortar, ver, analizar, escuchar, escribir, hacer lo que hacemos siempre. ★
* Juan Di Loreto es argentino, filósofo y bibliotecario. También es dibujante (con él estamos trabajando la nueva identidad gráfica de este proyecto). Podés seguirlo en sus cuentas de X/Twitter e Instagram. Y leer sus columnas Café Panamá, en la revista homónima.
Poniendo el foco en los ecosistemas de transmisión como los podcast vemos que la transición de estos años nos lleva a ver cómo los formatos sonoros migran a una plataforma como YouTube, que parece concentrarlo todo. No se puede hablar de una razón en particular pero sí de una multicausalidad: acceso casi universal (por la cuenta de Google o por estar preinstalada en los teléfonos), buena transmisión y conectividad, interfaz intuitiva, posibilidad de monetizar el contenido, etc.
Música, podcast, radio encontraron una ubicación específica, lo que llevó a todos los formatos a dialogar con una demanda que trae por defecto YouTube: la imagen. Así sea una pantalla en negro o un estudio en vivo, el espectador dialoga con una imagen en primer lugar. Esto no significa que la imagen, la cámara en vivo, sea absolutamente necesaria. Pero esa demanda está, no se va, porque el audio acompañado de imagen persiste. Es algo de los contenidos de hoy: aunque no cumpla una función tiene que estar. Es decir que su función es estar.
Ahora bien, en este punto hay una flexibilidad en esta demanda que plantean las plataformas de contenido audiovisual. Hay que tener una imagen, pero esta no es la de la televisión o las plataformas on demand que requieren mucho presupuesto. Tiene que estar pero no tiene que ser necesariamente de gran calidad. Ahí vemos estudios de radio cuya cámara se puso donde se podía, con un enfoque único y fijo, forma que invita más a escuchar que a ver.
Hay que decir que una cosa es lo que sucede en los ecosistemas de medios, y cómo se van transformando, y otra es el consumo. En este sentido, el espectador está limitado por el formato pero a su vez tiene su propia soberanía. La escucha y la visión están totalmente descentradas y fragmentadas. Se consumen medios en formatos breves y algoritmizados: los algoritmos tienen recurrencias y patrones, por ejemplo, siempre te aparece ese recorte del programa de radio. La automatización sabe más de nosotros que nosotros mismos.
Pero lo que nace del audio tiene al audio como vector clave. Por más que se traslade o nazca en una plataforma como YouTube, si el producto no tiene calidad de audio y ritmo sonoro quedará a mitad de camino. No quiere decir que no se escuche o no tenga éxito, YouTube es una plataforma donde conviven una multitud de creadores con presupuestos muy diversos y estéticas muy diversas que responden a públicos muy diversos.
Más allá de todo, la demanda de la imagen existe. No importa tanto el formato que encuentre, porque tiene que ver con la época del mundo, todo es imagen, como se dice, pero no por motivos banales o superficiales. La imagen deja ver, muestra, hace visible y esa es una gran virtud. Así como la voz con un fondo de oscuridad (la radio y el podcast) tiene la virtud de acercar, de convertirse en parte de una rutina, de invadir todo con una musicalidad.
¿Y cómo interactúan la imagen y el sonido? De las formas más diversas, como dijimos. Pero lo que hay que entender es que la imagen no es algo de superficie, que está de más. Marie-José Mondzain, filósofa y especialista en análisis de la imagen, dice que esta no es “un signo entre otros, posee un poder específico, el de hacer ver, de poner en escena formas, espacios y cuerpos que ofrece a la mirada”.
* Juan Di Loreto es argentino, filósofo y bibliotecario. También es dibujante (con él estamos trabajando la nueva identidad gráfica de este proyecto). Podés seguirlo en sus cuentas de X/Twitter e Instagram. Y leer sus columnas Café Panamá, en la revista homónima.
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