Pasó mucho tiempo. Muchísimo.
Partamos de una idea que empieza a quemar ya: la inteligencia artificial. El tema ya me aburre. La distopía como escenario. Otra vez. Vale, seguimos y entramos al juego.
Empezamos teniendo que aceptar que son unas productoras y no unas radios las que nos informan. OK, hay tipos con capas rojas y calzones por fuera del pantalón que vuelan. Vale, aceptamos y seguimos…
Ya dentro de esa realidad, ¿quién nos guía? Hay cambios constantes de escenario sin orden. Todos siguen una misma línea argumental, pero no nos guía nadie. ¿Es una radio, una videoconferencia, un… qué es lo que estamos oyendo? ¿Alguien guía el programa?
En lo actoral, repito: son locuciones. No son actuaciones. Hasta en los créditos no aparece un director. Se nota. Quizá la idea fue: más que actuar solo tenemos que leer las noticias como en un informativo, cosa que ya hemos hecho… Pero no, esto no era leer noticias, era actuar. Y no están bien hechas. Y claramente es por una falta de dirección.
Falta urgencia desde el minuto uno en casi todas las voces. Cierto es que no puedes empezar muy arriba o alarmada desde el principio, pero no puede ser que falte una espiral de ritmo y tono que te lleve al clímax final. Es inexistente. Salvo de la quema a Mar Abad, que es quien aporta algo de intención interpretativa.
El sonido va a la par. Hay una buena edición de voces, pero el diseño sonoro no acompaña. Y es un fallo nuevamente de dirección. Pasamos de un escenario estresante a uno relajado, aunque la historia ya esté en el nudo y lo que nos pida la ficción es urgencia y un ritmo de ir a más. Pasamos de estar en el interior de un Fórmula 1 a una biblioteca y de vuelta al coche. En algunas ficciones pudiera tener sentido creativo. Aquí no. Con una dirección por encima del proyecto, se podría haber unido todo bajo una música y unas actuaciones que nos hicieran sentir en qué momento y lugar estamos de la acción. No la hubo.
Pensaba que la habíamos perdido.
Su silencio era preocupante.
No podía romper el pacto: "si no te escribo no me molestes". Las grandes plumas son así y hay que cuidarlas.
Hasta que un día, al levantarme (muy temprano, casi de madrugada), la señal estaba ahí. En forma de pequeño círculo verde. Mi teléfono avisaba que Lucy Morán estaba de vuelta…
Vamos a comenzar, sin más intros, la saga 2024 de nuestra columnista especializada en ficción sonora. Lucy Morán, la única, la misteriosa, la ríspida, la contundente, la inspirada. Reseña en esta ocasión —como siempre en tres actos— FOOM, la ficción producida en forma coral por varias productoras a finales del año pasado. Vamos…
Quizá por eso, iniciativas como la de Emisor Podcasting, Sonoro, El Extraordinario, Anfibia y La No Ficción son más que bienvenidas. Capítulo único, ahorremos costes, vale, pero ficción a fin de cuentas.
Vamos a comenzar, sin más intros, la saga 2024 de nuestra columnista especializada en ficción sonora. Lucy Morán, la única, la misteriosa, la ríspida, la contundente, la inspirada. Reseña en esta ocasión —como siempre en tres actos— FOOM, la ficción producida en forma coral por varias productoras a finales del año pasado. Vamos…
FOOM (2023) - por Lucy Morán
Reflexiones previas
Escribo estas líneas repasando los premiados en los Ondas Globales del Podcast organizados desde España. Sorprende, para bien, que aparezcan más categorías. Todo suma para una tipología de podcast que puede morir sin financiación, sin plata desde las plataformas. Spotify se bajó del carro y quedan las de plataformas con menos alcance como Storytel o Audible. Riesgo.Quizá por eso, iniciativas como la de Emisor Podcasting, Sonoro, El Extraordinario, Anfibia y La No Ficción son más que bienvenidas. Capítulo único, ahorremos costes, vale, pero ficción a fin de cuentas.
Al lío
Perdonad el spoiler: FOOM no me ha gustado. Juntemos al guionista con más éxito de la ficción sonora (Caso 63) y hagamos una combinación entre algunas de las productoras con más éxito de la lengua española. “Locutémosla” (sí, no me equivoqué de palabra) entre nosotros y dale. ¿Éxito asegurado? Pues no.Partamos de una idea que empieza a quemar ya: la inteligencia artificial. El tema ya me aburre. La distopía como escenario. Otra vez. Vale, seguimos y entramos al juego.
Empezamos teniendo que aceptar que son unas productoras y no unas radios las que nos informan. OK, hay tipos con capas rojas y calzones por fuera del pantalón que vuelan. Vale, aceptamos y seguimos…
Ya dentro de esa realidad, ¿quién nos guía? Hay cambios constantes de escenario sin orden. Todos siguen una misma línea argumental, pero no nos guía nadie. ¿Es una radio, una videoconferencia, un… qué es lo que estamos oyendo? ¿Alguien guía el programa?
En lo actoral, repito: son locuciones. No son actuaciones. Hasta en los créditos no aparece un director. Se nota. Quizá la idea fue: más que actuar solo tenemos que leer las noticias como en un informativo, cosa que ya hemos hecho… Pero no, esto no era leer noticias, era actuar. Y no están bien hechas. Y claramente es por una falta de dirección.
Falta urgencia desde el minuto uno en casi todas las voces. Cierto es que no puedes empezar muy arriba o alarmada desde el principio, pero no puede ser que falte una espiral de ritmo y tono que te lleve al clímax final. Es inexistente. Salvo de la quema a Mar Abad, que es quien aporta algo de intención interpretativa.
El sonido va a la par. Hay una buena edición de voces, pero el diseño sonoro no acompaña. Y es un fallo nuevamente de dirección. Pasamos de un escenario estresante a uno relajado, aunque la historia ya esté en el nudo y lo que nos pida la ficción es urgencia y un ritmo de ir a más. Pasamos de estar en el interior de un Fórmula 1 a una biblioteca y de vuelta al coche. En algunas ficciones pudiera tener sentido creativo. Aquí no. Con una dirección por encima del proyecto, se podría haber unido todo bajo una música y unas actuaciones que nos hicieran sentir en qué momento y lugar estamos de la acción. No la hubo.
Vamos terminando
Es un cóctel mal ejecutado. Errado. El tema te puede gustar o no, pero lo importante es el relato que te van a contar. Y no, no está bien desarrollado. Me permito ser más dura con estas productoras porque son, para mí, como la estudiante todo 10 que no aprueba el examen. ¿Qué pasó?
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