A finales de 2023 me llegó una propuesta para escribir un artículo. Era para una publicación destacada, de un campo cercano pero no especializado en audio, que además sale en papel a muchos kilómetros de Buenos Aires. Me la hizo llegar alguien a quien respeto muchísimo, una de esas personas clave del mundo podcast que está en esto hace varios años, siempre pensando e impulsando la narración sonora. Una propuesta muy tentadora, la posibilidad de escribir para otro público y de —en el mejor de los casos— cumplir eso que uno trata de hacer todo el tiempo: ampliar las fronteras y que los podcasts lleguen a más gente. Por supuesto, acepté sin dudar.
Arrancamos bárbaro, cruzamos varias ideas, elegimos una y escribí la nota. Estabamuy excedido el límite de caracteres solicitado (para qué me llaman si ya saben cómo me pongo) y nos pusimos a trabajar con otra persona, responsable de la edición. Y ahí el proceso se hizo de goma: las respuestas de su parte nunca llegaban, pasaban semanas, los plazos habían desaparecido. Tuve que tomar la decisión de abandonar ese trabajo priorizando otros (y mi dignidad). La nota nunca salió y es una pena, con tanto trabajo encima, así que la comparto ahora.
El enfoque y el tono son distintos a los que venís leyendo en Escucha Podcast pero el tema es uno de los que más sigo (a veces con la ayuda de especialistas, como la querida Lucy Morán). No le toqué una coma, estaba —de mi parte— lista para publicar. Dice más o menos así…
La particularidad del desarrollo de estas series sonoras de ficción en años de auge absoluto de las plataformas de video, puede tener que ver –entre otras cuestiones– con nuestra voracidad por el consumo de series on demand. No concuerdo con algunos análisis, de especialistas y profesionales del mundo podcast, que indican que transitamos la era de la audificación. Y voy un paso más allá: es más impactante que el podcast, el consumo de audio –y la presencia de los audios en nuestras vidas– se haya desarrollado como lo hizo, en tiempos de clara preponderancia del video.
La cultura digital de hoy nos entrega una oferta inagotable de todo tipo: en YouTube, en TikTok, en Twitch y hasta en Instagram, Facebook o Twitter (resistiremos llamarla X) como en Zoom y WhatsApp. La transversalidad y la omnipresencia del video es total. Demoledora. Que en este contexto muy audiovisual las series de ficción en podcast hayan crecido es destacable, sorprendente y una buena noticia para el mundo del audio.
Entre 2016 y 2023 –haciendo un recorte que sirva de ejemplo– podemos identificar: El Gran Apagón, Menlo Park, Guerra 3, Biotopía, La firma de Dios, La Esfera, Blum, Caso 63, Quemar tu casa y Titania, entre otras. De esta lista de series de alto presupuesto haremos un recorte y la propuesta –si bien mencionaremos ejemplos de varias de ellas– es centrar el análisis en tres en particular: Quemar tu casa (Spotify, Chile), Blum (El Extraordinario, España) y Titania (Podium Podcast, España). Para profundizar en algunas cuestiones y para que quien lea estas líneas pueda escucharlas y hacer su propio análisis en base a lo propuesto.
Todo está sostenido en las voces de esos actores y actrices. En algunos casos contratan profesionales del teatro, en otros actores de televisión o cuentan con destacadas actrices de doblaje. Ocurre también, y es donde se puede resquebrajar la magia, que cuando alguna de las actuaciones no es impecable o falla algún detalle de la interpretación, nos salimos del eje. Un personaje no tan claro, no tan bien ejecutado nos hace perder el ritmo, el hilo y el tono de la historia.
La magia ocurre al cien por cien cuando las actuaciones son impecables, como ocurre en Blum con todo el elenco, liderado por el notable protagónico de Vicky Luengo; encontramos algunos obstáculos en Titania, por ejemplo con la actuación del novio de la protagonista en trabados diálogos de pareja, dentro de un marco general muy bien ejecutado y el genial doble rol de Nikki García; tropezamos bastante con actuaciones no tan afiladas –ni dirigidas con firmeza– en Quemar tu casa. No es fácil realizar ficciones en audio y las actuaciones también pueden lograr que la historia nos resulte pesada, disparando el desinterés.
Entre los recursos a los que se puede acudir para contar una historia de ficción en podcast, los que son propiamente sonoros destacan por varios motivos. En primer lugar, porque nuestra vida cotidiana digital está hoy mediada por cantidad de situaciones de escucha. Desde la llamada telefónica –¿en desuso?– a los audios de las aplicaciones de mensajería, amados u odiados pero siempre muy utilizados.
Además, apelando a la nostalgia, se abre un abanico de posibilidades (y texturas) con el uso de grabaciones en cassettes, grabadoras analógicas y digitales, contestadoras automáticas y más. Usar esos audios que solíamos escuchar aporta verosimilitud y familiaridad, dos cuestiones fundamentales para engancharnos en las historias.
En algunos pasajes de Blum, por ejemplo, estos recursos están muy bien utilizados (la protagonista está grabando un documental; las grabaciones musicales, etc.). En La Esfera, otra producción de ciencia ficción de Podium que traemos al caso, hay un notable uso narrativo de los audios de mensajería (la protagonista manda audios –no diremos a quién para evitar spoilers–, lo que nos ayuda a entender la historia y a profundizar en el personaje). Y en Titania hay una notable escena en la que la protagonista se infiltra en un edificio, escuchando indicaciones a través de un audífono. Para cerrar esta hilera de ejemplos: tanto en Caso 63 como en La firma de Dios, la historia se narra a través de grabaciones de entrevistas. El recurso de utilizar audios para contar historias sonoras, potencia el resultado y mejora la inmersión de los oyentes.
Los recortes a nivel global, en parte producto del cambio de estrategia de Spotify y en parte por un reacomodamiento (“sinceramiento”) en las plataformas digitales (de audio, video, videojuegos, etc.) tras los años de bonanza por la pandemia, marcan que en los próximos años las cosas serán diferentes. Y en el campo de las ficciones sonoras se abre, como ocurre a veces con las crisis, un campo de oportunidades.
En los últimos años las series más costosas y exitosas insistieron con la ciencia ficción y las distopías: Caso 63, La firma de Dios y Titania, por citar tres muy escuchadas. Otros podcasts, de por ejemplo las productoras Sonoro y Studio Ochenta, recorrieron distintos caminos, con historias costumbristas, románticas o de aventuras. Si bien la calidad de producción, en algunos casos, no llegó a equipararse con las series que podríamos llamar de alta costura sonora, valoramos la intención de navegar otros géneros, de incursionar en otros registros narrativos.
A futuro, y pensando lamentablemente en producciones que dispongan de menos presupuesto (la crisis del podcast no parece disiparse), el trabajo en ficción sonora apostando por la economía de recursos –con originalidad temática, actuaciones afiladas y diseño sonoro elaborado–, en proyectos en los que el rol de dirección tome tanta importancia como el de guionista y el editor de sonido, podremos escuchar sin dudas historias que atraigan nuevas audiencias. Y que, atravesando fronteras de nicho, puedan llegar al gran público podcastero. Desde lo temático, indagando en géneros clásicos y en la realización de historias que mixturen géneros, hay mucho por hacer y muchos oídos por conquistar. Allá vamos. ★
🎧 Escuchar: Blum [Spotify, Web], Titania [Spotify, Web] y Quemar tu casa [Spotify].
✍️ Y te dejo mis reseñas: sobre Blum, sobre Quemar tu casa (temporada 1) y sobre Titania (a cuatro manos con Lucy Morán).
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Arrancamos bárbaro, cruzamos varias ideas, elegimos una y escribí la nota. Estaba
El enfoque y el tono son distintos a los que venís leyendo en Escucha Podcast pero el tema es uno de los que más sigo (a veces con la ayuda de especialistas, como la querida Lucy Morán). No le toqué una coma, estaba —de mi parte— lista para publicar. Dice más o menos así…
Debilidades y fortalezas de los podcasts de ficción
En los últimos cinco años los podcasts de ficción han alcanzado un nivel de desarrollo y creatividad que antes no habíamos visto. Estamos transitando los tiempos de las ficciones sonoras del siglo XXI: de sonoridad cinematográfica, desarrollo en capítulos (y hasta en varias temporadas), con alto presupuesto, dirección de actuaciones e interpretaciones dignas de las grandes producciones hollywoodenses.La particularidad del desarrollo de estas series sonoras de ficción en años de auge absoluto de las plataformas de video, puede tener que ver –entre otras cuestiones– con nuestra voracidad por el consumo de series on demand. No concuerdo con algunos análisis, de especialistas y profesionales del mundo podcast, que indican que transitamos la era de la audificación. Y voy un paso más allá: es más impactante que el podcast, el consumo de audio –y la presencia de los audios en nuestras vidas– se haya desarrollado como lo hizo, en tiempos de clara preponderancia del video.
La cultura digital de hoy nos entrega una oferta inagotable de todo tipo: en YouTube, en TikTok, en Twitch y hasta en Instagram, Facebook o Twitter (resistiremos llamarla X) como en Zoom y WhatsApp. La transversalidad y la omnipresencia del video es total. Demoledora. Que en este contexto muy audiovisual las series de ficción en podcast hayan crecido es destacable, sorprendente y una buena noticia para el mundo del audio.
Nos gustan las series
Consumir series es cosa de todos los días. De ahí a consumirlas en audio hay pocos pasos y, planteamos aquí, seguramente en esa cercanía para quienes consumimos hay parte de la explicación de éxitos de audiencias como Caso 63 –uno de los podcasts más escuchados en América Latina en los últimos años– o el fenómeno primigenio de El Gran Apagón –aquel final a sala llena en un teatro madrileño en 2018–. Además, con una particularidad insoslayable desde lo sonoro: estas series que escuchamos suenan como las que vemos en televisión.Entre 2016 y 2023 –haciendo un recorte que sirva de ejemplo– podemos identificar: El Gran Apagón, Menlo Park, Guerra 3, Biotopía, La firma de Dios, La Esfera, Blum, Caso 63, Quemar tu casa y Titania, entre otras. De esta lista de series de alto presupuesto haremos un recorte y la propuesta –si bien mencionaremos ejemplos de varias de ellas– es centrar el análisis en tres en particular: Quemar tu casa (Spotify, Chile), Blum (El Extraordinario, España) y Titania (Podium Podcast, España). Para profundizar en algunas cuestiones y para que quien lea estas líneas pueda escucharlas y hacer su propio análisis en base a lo propuesto.
El peso de las actuaciones
Muchas de estas ficciones sonoras del siglo XXI se cuentan sin voz narradora. Y por ello el peso de las actuaciones es decisivo. Empezamos a escuchar, el diseño sonoro nos ubica en tiempo y espacio, luego utilizan algún recurso o los primeros diálogos para insertarnos en la historia. Se van sucediendo las escenas y las acciones nos van llevando hacia adelante. Nuestra costumbre de consumir series de TV ayuda a que, rápidamente, entremos en el código de estas historias.Todo está sostenido en las voces de esos actores y actrices. En algunos casos contratan profesionales del teatro, en otros actores de televisión o cuentan con destacadas actrices de doblaje. Ocurre también, y es donde se puede resquebrajar la magia, que cuando alguna de las actuaciones no es impecable o falla algún detalle de la interpretación, nos salimos del eje. Un personaje no tan claro, no tan bien ejecutado nos hace perder el ritmo, el hilo y el tono de la historia.
La magia ocurre al cien por cien cuando las actuaciones son impecables, como ocurre en Blum con todo el elenco, liderado por el notable protagónico de Vicky Luengo; encontramos algunos obstáculos en Titania, por ejemplo con la actuación del novio de la protagonista en trabados diálogos de pareja, dentro de un marco general muy bien ejecutado y el genial doble rol de Nikki García; tropezamos bastante con actuaciones no tan afiladas –ni dirigidas con firmeza– en Quemar tu casa. No es fácil realizar ficciones en audio y las actuaciones también pueden lograr que la historia nos resulte pesada, disparando el desinterés.
En audio lo que es del audio
Los recursos narrativos, los ganchos, las herramientas de escritura de guión, los cliffhangers: quienes escriben y producen series tienen variedad de recursos. Desde el lado de la escucha, los oyentes tenemos toda nuestra imaginación a mano. Escuchar ficciones en audio tiene su familiaridad con el acto de leer: nuestra mente completa las caras, arma los espacios, imagina y vuela.Entre los recursos a los que se puede acudir para contar una historia de ficción en podcast, los que son propiamente sonoros destacan por varios motivos. En primer lugar, porque nuestra vida cotidiana digital está hoy mediada por cantidad de situaciones de escucha. Desde la llamada telefónica –¿en desuso?– a los audios de las aplicaciones de mensajería, amados u odiados pero siempre muy utilizados.
Además, apelando a la nostalgia, se abre un abanico de posibilidades (y texturas) con el uso de grabaciones en cassettes, grabadoras analógicas y digitales, contestadoras automáticas y más. Usar esos audios que solíamos escuchar aporta verosimilitud y familiaridad, dos cuestiones fundamentales para engancharnos en las historias.
En algunos pasajes de Blum, por ejemplo, estos recursos están muy bien utilizados (la protagonista está grabando un documental; las grabaciones musicales, etc.). En La Esfera, otra producción de ciencia ficción de Podium que traemos al caso, hay un notable uso narrativo de los audios de mensajería (la protagonista manda audios –no diremos a quién para evitar spoilers–, lo que nos ayuda a entender la historia y a profundizar en el personaje). Y en Titania hay una notable escena en la que la protagonista se infiltra en un edificio, escuchando indicaciones a través de un audífono. Para cerrar esta hilera de ejemplos: tanto en Caso 63 como en La firma de Dios, la historia se narra a través de grabaciones de entrevistas. El recurso de utilizar audios para contar historias sonoras, potencia el resultado y mejora la inmersión de los oyentes.
Potencial infinito
Entre los años 2021–2023 se ha dado, podemos observar hoy, el pico absoluto y el comienzo de la caída de la curva de las producciones de alto nivel en ficción sonora. No me refiero solo a la calidad de realización, que en algunos casos va más allá del dinero disponible para producir, si no a que el máximo gasto en este tipo de producciones –sean financiadas por Spotify en América Latina o por Podium principalmente en España– parece haber pasado sus mejores días.Los recortes a nivel global, en parte producto del cambio de estrategia de Spotify y en parte por un reacomodamiento (“sinceramiento”) en las plataformas digitales (de audio, video, videojuegos, etc.) tras los años de bonanza por la pandemia, marcan que en los próximos años las cosas serán diferentes. Y en el campo de las ficciones sonoras se abre, como ocurre a veces con las crisis, un campo de oportunidades.
En los últimos años las series más costosas y exitosas insistieron con la ciencia ficción y las distopías: Caso 63, La firma de Dios y Titania, por citar tres muy escuchadas. Otros podcasts, de por ejemplo las productoras Sonoro y Studio Ochenta, recorrieron distintos caminos, con historias costumbristas, románticas o de aventuras. Si bien la calidad de producción, en algunos casos, no llegó a equipararse con las series que podríamos llamar de alta costura sonora, valoramos la intención de navegar otros géneros, de incursionar en otros registros narrativos.
A futuro, y pensando lamentablemente en producciones que dispongan de menos presupuesto (la crisis del podcast no parece disiparse), el trabajo en ficción sonora apostando por la economía de recursos –con originalidad temática, actuaciones afiladas y diseño sonoro elaborado–, en proyectos en los que el rol de dirección tome tanta importancia como el de guionista y el editor de sonido, podremos escuchar sin dudas historias que atraigan nuevas audiencias. Y que, atravesando fronteras de nicho, puedan llegar al gran público podcastero. Desde lo temático, indagando en géneros clásicos y en la realización de historias que mixturen géneros, hay mucho por hacer y muchos oídos por conquistar. Allá vamos. ★
🎧 Escuchar: Blum [Spotify, Web], Titania [Spotify, Web] y Quemar tu casa [Spotify].
✍️ Y te dejo mis reseñas: sobre Blum, sobre Quemar tu casa (temporada 1) y sobre Titania (a cuatro manos con Lucy Morán).
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