Innovar desde lo temático en podcast: Un Tema al Día, Femiautismo y Relato Individual de un Despido Colectivo

No hay muchos podcasts... que vayan a preguntarle a los libros, las canciones, los videos de YouTube a ver cuántos son y si hay de sobra. Sí ocurre que tenemos muchísimos podcasts sobre el mismo tema: ¿otro podcast de series? me mato; ¿de nuevo con la tecnología? cortame la oreja; ¿tres amigos "graciosos" hablando de todo? prefiero el silencio eterno (sin dejar de lado que todo es un no-tema). En lo temático y lo estilístico nos venimos repitiendo, a lo loco gente. El podcast en español creció mucho en los últimos cuatro años y se va empezando a sentir la repetición. El efecto de que "hay mucho", acompañado por el "no encuentro nada" viene de la mano del malísimo ordenamiento de las categorías (viejas, vetustas, de Apple Podcasts que quedaron como estándar maldito), la pobre navegación, el nulo algoritmeo y (me repito) la falta de periodistas, redes, influencers, loquesean, que se dediquen al contenido de los podcasts.

Innovar desde lo temático, desde la producción hoy, es necesario. Se necesita como la carga de las baterías de litio para vivir (?), o más bien digamos para sobrevivir en un océano (o pileta grande, elija su propia metáfora) en el que están nadando miles de podcasts a la espera de personas que los pesquen y escuchen. Y no es una pesca a ciegas: el agua es transparente, se mira el color de los peces (las portadas) y se debate en la orilla sobre los nombres y las descripciones de los programas. Se debate poco, en verdad, por la falta de conocimiento y el escaso a nulo ordenamiento de ese debate... La mayoría de la gente pesca un podcast, lo escucha todo (tal vez por siempre, si es largo o permanece en el tiempo) y ya se siente hecha: escucha un podcast. Pocas personas son del podcast y escuchan otro, uno más y otro, dame dame dame sin parar. La adicción, el pozo: no parar de escuchar podcasts. El sueño mojado (se puso rara la metáfora acuática) que en general es una excepción: casi nadie escucha más de 4 o 5 podcasts en su vida cotidiana. Y, marche el tatuaje, las excepciones son eso y nunca son la media.

Vamo al grano: Tres podcasts han destacado en mi enero podcastero, que fue como cada año una especie de Dry January sonoro (en algunos países la gente no toma alcohol en enero, ¿podés creer?). Y destacaron por lo temático. Escuché poco y nada, para lograr que esto funcione necesito descansar. En cada año (sin falta, lo vengo comprobando) llega un mes en que nada me gusta, odio todo, salteo episodios, abandono programas... que en general están buenos y necesitan una nueva oportunidad: en ese momento, detectado post mórtem cerebral, entra a jugar la necesidad del descanso auditivo. Y luego se vuelve a empezar, allá vamos:

El primero fue un daily, Un tema al día de elDiario.es, con un tema tan particular como poco visto en un producto periodístico diario: romper con la familia, no hablarse más. De una, sin vueltas: ¿es muy tensa la relación con tus viejos? ¿se pudre demasiado la pelea política? ¿no aceptan tu identidad o decisiones? La ruptura, lisa y llana, como opción para mucha gente, es repasada en un episodio especial (el primero tras el receso festivo, justamente) con distintas entrevistas. De más está decir que es un tema poco hablado, hasta entre amigos cuesta, y no suele tratarse en medios. Escuchar en: Spotify, Apple, Google o la web del diario.

El segundo es argentino, se llama Femiautista y lo acaba de estrenar Andy Cukier. Es un relato en primera persona sobre cómo llegó al diagnóstico de trastorno del espectro autista a los 37 años, cuestionando y poniendo en perspectiva muchas cosas que vivió, que le dijeron los médicos y el alivio que sintió al conocerlo. Un tema altamente original, con un tratamiento megapersonal que destaca a este podcast: identidad, salud mental, perspectiva de género y autismo en mujeres, de la mano de Andy Cukier a quien quizás conozcas de Crudo, Gatocracia y decenas de podcasts que ha realizado en estos años. Me gustó la música y la honestidad con que aborda los temas. Escuché los tres primeros episodios, lanzados este enero, y siguen saliendo. Escuchar en Spotify y seguir en Instagram.

Y el tercero, también español, me atrapó por el título y luego por el tema, que van entrelazados básicamente: Relato Individual de un Despido Colectivo de Margot Martín. Narra justamente eso, a partir de un diario personal, audios de archivo y recuerdos de esos años (2012-2013) en los que se hizo pelota la estructura de TeleMadrid y Onda Madrid, con cientos de despidos. La narradora trabajó durante años en ese medio público madrileño (específicamente en la radio) y cuenta en primera persona esos tiempos de crisis, lucha y desguace. En un podcast que no es innovador desde lo narrativo (abusa, para mi gusto, de lugares comunes sonoros), el tema y la narración de Margot Martín son atrapantes, de principio a fin. El despido como eje para retratar cómo se trabaja en medios de comunicación hace tanto tiempo (ya demasiado), en un podcast que si sos periodista vas a sentir cercano, propio, abrazable y que si no lo sos puede servir para darte una idea de las cosas que hay que ver, aún en prístinas (?) empresas europeas de medios públicos. Están los eufemismos, están los turbios manejos, están todas las lógicas de maltrato laboral y forreo empresarial que puedas imaginar (y algunas más). Me gustó también la música, por la selección y por cómo la usaron. Un podcast muy a tono con los meses/años que vendrán. Escuchar en: Spotify, Apple, Google u otras vías.

☞ En una tónica similar, te dejo este documental (audiovisual): se llama Retiros (In)voluntarios, es de 2021, dirigido por Sandra Gugliotta, con guión suyo y de Miguel Zeballos. Narra los años del desguace de las telefónicas públicas, allá por los noventas con las privatizaciones, con un poco de lo que pasó en Francia y otro de lo que pasó en Argentina: el trailer.

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